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El Sacramento de la Penitencia o Confesión de forma correcta

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El Sacramento de la Penitencia o Confesión

Es el cuarto de los siete sacramentos. Es también llamado de la Reconciliación, del Perdón y de la Conversión. Se puede y se debe acudir a él tantas veces como sea necesario a lo largo de nuestra vida.

Este sacramento fue instituido por Jesucristo resucitado cuando dijo a los Apóstoles: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos. (Jn 20, 22-23)».

El pecado

El pecado es una palabra, un acto o un deseo, contrarios a los mandamientos de Dios. Es por tanto una desobediencia y ofensa al Señor. Hiere a la persona, al prójimo y a la Iglesia. Según su gravedad se dividen en pecados mortales o veniales.

Para cometer un pecado mortal es indispensable que se den al mismo tiempo tres condiciones: materia grave, plena advertencia y deliberado consentimiento. Con el fin de identificar mejor las debilidades humanas que nos llevan al pecado, se sintetizaron en los siete pecados capitales: Soberbia, avaricia, envidia, ira, lujuria, gula y pereza.

Los pecados están ligados a la naturaleza humana, somos pecadores «por defecto».  Sufrimos tentaciones continuamente y caer en el pecado es fácil. Por eso, debemos formar nuestra conciencia para discernir lo que está bien y lo que está mal a los ojos de Dios.

La reconciliación

Mediante el Sacramento de la Reconciliación (o Confesión, Penitencia o Perdón), recuperamos nuestra relación y amistad con Dios, volvemos a estar en gracia.

Este proceso consta de 5 pasos: Examen de conciencia, dolor de los pecados, propósito de enmienda, decir los pecados al confesor y cumplir la penitencia.

El Sacramento de la Penitencia o Confesión de forma correcta

La forma más correcta de recibir el sacramento de la confesión es mediante el encuentro individual con un sacerdote. A él debemos explicarle no solamente el nombre de nuestros pecados, sino su naturaleza. Por ejemplo, no basta con decir «soy avaricioso», sino que debemos explicar en qué consiste nuestra avaricia:«me comí yo solo todo el pastel y no dejé nada para los demás», o «sentí tanta envidia del coche nuevo de mi vecino, que le rayé la carrocería.»

Además nuestro confesor nos aconsejará como enfrentarnos y vencer las tentaciones. Nos facilitará herramientas y apoyo para lograr la fortaleza que nos falta. Lo habitual es que cada cual tenga algún pecado que es su talón de Aquiles y que requiere un esfuerzo extra, la piedra dónde siempre tropezamos.

Según lo explica el artículo 1465 del Catecismo de la Iglesia Católica, cuando el sacerdote celebra este sacramento: «Ejerce el ministerio del Buen Pastor que busca la oveja perdida, el del Buen Samaritano que cura las heridas, del Padre que espera al hijo pródigo y lo acoge a su vuelta, del justo Juez que no hace acepción de personas y cuyo juicio es a la vez justo y misericordioso. En una palabra, el sacerdote es el signo y el instrumento del amor misericordioso de Dios con el pecador.»

Otras formas de celebrar el Sacramento de la penitencia.

Tal y como explica el punto 1482 del Catecismo de la Iglesia Católica, se puede realizar una celebración penitencial comunitaria donde los fieles se preparan para la confesión y dan gracias por el perdón recibido, en común. Incluye lecturas, homilía, examen de conciencia dirigido y Padrenuestro. Además la confesión personal de los pecados y la absolución individual se incluyen dentro de esta celebración, para lo cual se hace necesaria la presencia de varios sacerdotes.

Esta forma es tan correcta como la primera, pero por lo general, menos exhaustiva por motivos de tiempo. Al tener gran afluencia de fieles, las confesiones son más rápidas y la dirección espiritual recibida más escueta.

La tercera forma se explica en el artículo 1483 del Catecismo. Es la celebración comunitaria de la reconciliación con confesión general y absolución general. Está reservada a casos de necesidad grave. Esto ocurre cuando existe un peligro inminente de muerte que impide al sacerdote confesar individualmente a cada penitente, pongamos por caso un avión que va a estrellarse. También se puede aplicar cuando el número de penitentes excede en gran medida al número de sacerdotes disponibles y no pueden realizarse las confesiones individuales en un tiempo razonable. De modo que los penitentes se verían privados de la gracia sacramental o de la Comunión durante largo tiempo, sin tener culpa de ello. En este caso, para que la absolución sea plenamente válida, los fieles deben tener el propósito de confesar sus pecados graves de forma individual en cuanto sea posible. Una gran concurrencia de fieles con ocasión de grandes fiestas o peregrinaciones no es motivo de necesidad grave.

Con ésta tercera forma se han cometido a veces excesos en su aplicación por parte de sacerdotes o fieles, en algunas parroquias, quizás por comodidad, pereza, moda o desconocimiento. Pero algo tan serio como es este sacramento debe celebrarse de la mejor forma posible, sin escatimar esfuerzos, el Señor lo merece.

Conclusión

Cito textualmente el artículo 1484 del Catecismo de la Iglesia Católica: «La confesión individual e íntegra y la absolución continúan siendo el único modo ordinario para que los fieles se reconcilien con Dios y la Iglesia, a no ser que una imposibilidad física o moral excuse de este modo de confesión» (Ritual de la Penitencia, Prenotandos 31). Y esto se establece así por razones profundas. Cristo actúa en cada uno de los sacramentos. Se dirige personalmente a cada uno de los pecadores: «Hijo, tus pecados están perdonados» (Mc 2,5); es el médico que se inclina sobre cada uno de los enfermos que tienen necesidad de él (cf Mc 2,17) para curarlos; los restaura y los devuelve a la comunión fraterna. Por tanto, la confesión personal es la forma más significativa de la reconciliación con Dios y con la Iglesia.

Enlace a los artículos del Catecismo

Sacramento de la Penitencia o la confesión

 

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Aborto provocado=asesinato de inocentes

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El Papa Francisco sobre el aborto inducido y la ayuda a las madres
Frase del Papa Francisco sobre el aborto

La Iglesia católica a favor de la vida

La postura de la Iglesia católica acerca del aborto provocado ha sido siempre la misma, una tajante y férrea oposición a la interrupción voluntaria del embarazo. El motivo es la defensa de la vida y la dignidad de las personas desde el instante mismo de la concepción. Porque un embrión humano, dentro del vientre de su madre ya posee la vida, ya es una persona digna de ser amada y protegida. El aborto provocado es un asesinato de inocentes, tan escandaloso como la matanza de los primogénitos menores de dos años ordenada por Herodes I el Grande en la ciudad de Belén. Entre la franja de edad de la orden dictada por Herodes y las actuales leyes pro-aborto, median solo unos meses de vida. Si la matanza de Belén nos parece una atrocidad, deberíamos sentir la misma repulsión por la legalización del aborto, que atenta directamente contra el quinto mandamiento: «No matarás».

Inicio de la legalización del aborto.(Roe vs Wade)

En 1970 las recién graduadas abogadas Linda Coffee y Sarah Weddington, presentaron una demanda en Texas en representación de Norma L. McCorvey (bajo el seudónimo de Jane Roe), argumentando que su embarazo era fruto de una violación múltiple. El fiscal, Henry Wade se opuso al aborto. Tras varias apelaciones, el caso llegó a la Corte Suprema de Justicia de EEUU, que resolvió, en 1973, la libre elección de la mujer. Al tratarse de la Corte Suprema, ningún estado podía legislar en contra de esta decisión, y supuso la despenalización del aborto para los 50 estados de la Unión.

Durante el proceso, nació la hija de Roe y fue dada en adopción.

La verdad sobre el proceso Roe contra Wade

En 1987, Roe admite que no fue violada, que mintió a los tribunales. Posteriormente, en 1995, se arrepiente de su actuación y reconoce haber sido el peón de dos ambiciosas abogadas que buscaban una demandante idónea: «Eres blanca, eres joven y quieres abortar», le dijeron.

En 2005, Roe pidió a la Corte Suprema la revisión del caso de 1973, debido a las mentiras y a los daños que provoca el aborto inducido. Pero su petición fue denegada.

Una de las abogadas del caso,​ Sarah Weddington, explicó en un discurso en el Instituto de Ética de la Educación de Oklahoma, por qué usó los falsos cargos de violación, hasta llegar al Tribunal Supremo: «Mi conducta pudo no haber sido totalmente ética. Pero lo hice por lo que pensé fueron buenas razones«.​ 

El fundador de Playboy, Hugh Hefner, reconoció ser el principal financiador del juicio: «Probablemente Playboy estuvo más involucrada en Roe vs. Wade que cualquier otra compañía. Nosotros aportamos los fondos para esos primeros casos y además escribimos el amicus curiae en el caso Roe»​.

Las ideologías que promueven el aborto

El Informe Kissinguer

El 10 de diciembre de 1974, el Consejo de Seguridad Nacional de EEUU,promulga un documento altamente secreto llamado: National Security Study Memorandum 200 (Memorándum 200 sobre la Seguridad Nacional) o NSSM-200, también conocido como «El Informe Kissinger”.

El subtítulo adelantaba su contenido: “Implicaciones del crecimiento demográfico mundial para la seguridad y los intereses de ultramar de EEUU”. Fue publicado poco después de la primera conferencia antivida de la ONU en Bucarest. Era el resultado de la colaboración entre la CIA, la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional y los Departamentos de Estado, Defensa y Agricultura. Desde entonces, el El Informe Kissinger se convirtió en la política oficial de ultramar de EEUU,

Fue desclasificado en 1989, y hecho público en 1990. El documento resumía la política y estrategia de control demográfico de EEUU, con el fin de no perder su hegemonía económica y política sobre el resto de países. La «lucha contra el crecimiento de la población» defendida en el informe, es la lucha contra la vida, proponiendo que se estudien y mejoren todos los medios para evitar o dificultar que se engendren nuevas vidas (anticonceptivos, esterilización, imposición cultural de un modelo de familia con dos hijos, adoctrinamiento desde las escuelas, incorporación de la mujer al mundo laboral…), y también la aceptación del aborto. Así lo explicaba el informe: «Ningún país ha reducido su población sin el recurso al aborto».

Esta política defendida por el informe Kissinger, ha sido adoptada por la ONU, ACNUR, la OMS, UNICEF, y el Bando Mundial, entre otras.

El libro «La mujer rebelde» de Peter Bagge

Es la biografía de Margaret Sanger, enfermera estadounidense, activista a favor de la planificación familiar y fundadora, en 1921, de la Liga americana para el control de la natalidad. Este libro y sus ideas sobre la liberación de la mujer calaron en la sociedad de finales de los 60 y principios de los 70. Sanger consideraba la maternidad como la verdadera esclavitud de la mujer. Poder controlarla, sería su liberación. Sin embargo, ella defendía la anticoncepción como el método apropiado, y condenaba el aborto, con estas palabras: «A cada grupo le explicábamos lo que era la contraconcepción, que el aborto era el camino erróneo, sin importar lo pronto que se realizara, y que la contraconcepción era la forma mejor y más segura, ya que costaba menos tiempo, ocasionaba menos problemas y la vida no había empezado todavía.»

Lamentablemente, el mensaje de liberación de la mujer se impuso por encima del respeto a la vida del no-nacido.

Un exterminio legal

El lugar más seguro del mundo, el vientre materno, se ha convertido en un lugar peligroso, dónde es posible condenar a muerte sin juicio previo.

El aborto inducido ha provocado ya mas de 1000 millones de muertos, más que si sumásemos todas las guerras, genocidios y desastres naturales juntos. Provoca graves secuelas psicológicas en las mujeres. Pero el mundo mira para otro lado, no queriendo ver que son seres humanos los que mueren.

Existen alternativas al genocidio. Se pueden entregar los recién nacidos en adopción. Existen asociaciones como «Red Madre» que se encargan de ayudar a las madres con problemas, poniendo a su disposición incluso casas cuna. Hay muchas vías posibles antes que decidir matar.

Muchas mujeres sienten el peso en su conciencia tras haberse practicado un aborto, pero no existe vuelta atrás. Sin embargo, no conozco a ninguna mujer, mentalmente sana, que se arrepienta del hijo que lleva en sus brazos. Ser madre es la experiencia más hermosa que puede vivir una mujer. Las que somos madres, los sabemos.

La Iglesia Católica es de las pocas entidades que, a nivel mundial, siguen defendiendo la vida.

 

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Holywin contra Halloween

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El día de Todos los Santos

Con motivo del día de Todos los Santos, el 1 de noviembre se realizan, en gran número de países, prácticas que recuerdan la proximidad con los difuntos. Cada lugar lo celebra de forma peculiar, según sus tradiciones. Pero la más general, debido al enorme despliegue comercial y publicitario, y también al cine estadounidense, son los niños correteando por las calles, disfrazados de forma terrorífica, pidiendo golosinas por las casas.

El origen de Halloween

Halloween tiene su origen en una celebración celta llamada Samhain, que significa «fin del verano». En esa fecha se celebraba el final de la temporada de cosechas y se iniciaba el año nuevo celta y la estación oscura. Los antiguos celtas creían que la linea con el mundo de los muertos se estrechaba permitiendo a los espíritus, malos y buenos, traspasarla. Se homenajeaba a los ancestros familiares y se ahuyentaba a los espíritus malignos con trajes y máscaras.

Holywin contra Halloween

Los catolicos celebramos holywin

Holywin es las respuesta católica para celebrar como se merece la festividad de Todos los Santos. Su nombre es un juego de palabras que significa «la santidad vence».

Es una iniciativa nacida en 2002 con el propósito de recuperar el verdadero significado de celebrar a los santos.

Todos los Santos catolico

Los niños se disfrazan de Santos, porque todos estamos llamados a la santidad. Al mismo tiempo investigan y conocen mucho más sobre la vida de los santos, ya que para elaborar su disfraz necesitan estudiar su biografía y los símbolos que los distinguen. Con ello aprenden que los santos fueron personas con orígenes y circunstancias muy distintas, pero que manifestaron, en algún momento de su vida, una entrega radical a Dios.Aprenden que cualquiera puede llegar a ser santo si se lo propone.

holywin catolico

 

Si somos católicos, celebremos Holywin

Si pretendemos difundir nuestra fe al mundo, debemos apoyar iniciativas que ayuden a transmitir nuestras creencias. Salir a la calle y hacernos visibles, no dejarnos llevar por lo que todo el mundo hace.

Es importante defender lo nuestro, la vida de santidad, no la muerte o los demonios, o los intereses comerciales que propagan una celebración con el fin de aumentar sus ingresos.

Disfrutad y aprended con vuestros hijos preparando su disfraz. Celebrad en vuestras parroquias que la santidad vence.

Holywin, Todos los Santos

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Formación de catequistas

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formacion de catequistas

Cualidades de los catequistas

Un o una catequista es aquella persona que, dentro del ámbito de una parroquia, enseña los dogmas y la doctrina católica a los demás.

Por tanto la formación de catequistas es importantísima. Deben tener los conocimientos necesarios para poder enseñar a otros. Aparte de su formación también es necesario que su estilo de vida sea coherente con la doctrina católica, su situación personal y familiar, la asistencia a misa, y el comportamiento en la calle, con amigos, vecinos o compañeros de trabajo.

Poca confianza despertaría un catequista que andase metido en disputas continuas con sus vecinos, comportamientos antisociales o incívicos, chismoso, ebrio, o con tendencias sexuales inapropiadas. Sus enseñanzas quedarían empañadas por su actitud personal.

Este artículo trata especialmente de la catequesis para niños.

La catequesis para niños

catequesis primera comunion

La catequesis para niños puede parecer en principio sencilla, y sin embargo no lo es tanto.

Los libros y materiales han sido creados con frases fáciles y claras, contienen dibujos y explicaciones visuales. Pero los niños no se conforman solo con eso, harán preguntas comprometidas, a veces difíciles de responder. Ellos no tienen el pudor de los adultos a la hora de preguntar, ni tampoco la malicia de poner en un brete al catequista, simplemente sienten curiosidad por saber y por tanto, su catequista deberá responder con sabiduría y coherencia, sin caer en el argumento de «porque lo digo yo» o hacer como que no oye lo que le preguntan. Si no se responde con la seguridad y autoridad de quien se sabe en posesión de la verdad, los niños lo notarán y su credibilidad se verá debilitada.

Recuerdo como ejemplo a un niño que me dijo: «Mi hermana dice que eso de la Creación es mentira, que todo fue por el Big Bang». Bien, esto exigió una respuesta convincente y la tuvo. La respuesta se puede leer pinchando en este enlace:

«El génesis compatible con la ciencia»

Los primeros catequistas son los padres

catequesis 1ª comunion

Los padres saben que los primeros años de vida de un niño son fundamentales para sentar las bases del adulto que será en un futuro. Mediante el bautismo, los padres se comprometen a ser los primeros catequistas de sus hijos, prometen literalmente educarlos en la fe. Lamentablemente, esa promesa cae en el olvido en demasiadas ocasiones y al llegar la preparación para la primera comunión nos encontramos con un vacío en la familia en este tema.

San Juan Pablo II dijo estas palabras, al respecto de la doctrina en la familia, en una homilía de 1980:

«El testimonio es fundamental. La Palabra de Dios es eficaz en sí misma, pero adquiere sentido concreto cuando se vuelve realidad en la persona que la anuncia. Esto vale en manera particular para los niños que aún no tienen condiciones para distinguir entre la verdad anunciada y la vida del que la anuncia. Para el niño no hay distinción entre la madre que reza y la oración, más aún, la oración tiene valor especial porque la reza la madre.

Que no suceda, amadísimos padres que me escucháis, que vuestros hijos lleguen a la madurez humana, civil y profesional, quedando niños en asuntos de religión. No es exacto decir que la fe es una opción para realizar en la edad madura. La verdadera opción supone el conocimiento; y nunca podrá haber elección entre cosas que no fueron propuestas sabia y adecuadamente».

Los niños imitan el comportamiento y actitudes de sus padres. De poco sirven los años de catequesis en la parroquia si no cuentan con el respaldo en casa. Será muy difícil obtener algún fruto. En ocasiones, los niños con su inocencia, te cuentan que su padre o madre les ha dicho que esto de la iglesia es una tontería, incluso que Dios no existe. Solo quieren celebrar la fiesta, vestirles guapos, fotos, regalos y un menú con gambas. Y mientras tanto, un catequista dedica su tiempo libre durante varios años, a enseñar a esos niños doctrinas que al llegar a casa serán despreciadas.

La coherencia es vital. Si mi hijo se apunta a fútbol, aunque a mi no me guste, asistiré a sus partidos, lo animaré y daré valor a sus logros. Los valores que se enseñan en catequesis son universales, les servirán para convertirse en buenas personas, y eso es algo deseable para cualquier padre, creyente o no. Si en casa se resta valor a la catequesis, se desprecian esos valores, y el niño no tendrá interés en adquirirlos.

También es tristemente habitual que los niños que asisten a catequesis no asistan a la misa del domingo. Esto es como a ir a entrenar, pero no jugar los partidos. Se les prepara para recibir la comunión, y la reciben durante una misa. Es lamentable llegar a los ensayos previos a la ceremonia y encontrarte con niños que no saben ni donde están parados, y tienen que aprender en tres días lo que no han visto en tres años.

Más lamentable aún es encontrarte en plena misa niños jugando a las cartas ante la pasividad de sus padres. Eso lo he visto personalmente. Y muy habitualmente, padres hablando sin reparos durante la homilía, de los goles del día anterior o los últimos zapatos que se han comprado. No se trata solo de que estos padres no asistan a misa con respeto, es que además dan un pésimo ejemplo a sus hijos y molestan a quienes intentan escuchar con atención. Ese comportamiento no lo tolerarían en una sala de cine, en cambio la misa no les parece digna de ese mismo respeto que tendrían hacia una película.
La importancia de la oración

la importancia de la oración

Aparte de los valores, dogmas y doctrinas que se imparten, es primordial enseñar a los niños a orar. La oración es un diálogo con Dios, es petición, escucha, agradecimiento. Es estar un tiempo en compañía y amistad con Él.

Algunas parroquias incluyen en sus catequesis talleres de oración. Los niños oran ante el Sagrario o el Santísimo. Se crea un clima de recogimiento donde se relajan y trabajan el plano espiritual. Los niños poseen de forma innata el sentido trascendental, no les cuesta ponerse en oración aunque nunca antes lo hayan hecho. Cantan canciones de adoración, meditan algún pasaje del Evangelio y hacen sus peticiones personales o dan gracias por algo.

Me gustaría que sus padres pudiesen participar de esos momentos como lo hacemos sus catequistas. La espiritualidad aflora en los niños con más facilidad que en los adultos y son capaces de desnudar su alma en una oración con gran naturalidad.

Por ese motivo, en muchas ocasiones, los catequistas acabamos llorando durante la oración, emocionados ante la sinceridad de una petición, de una frase, o de una acción de gracias que nace de la confianza absoluta de que son escuchados por Dios.

He visto niños con trastornos de atención, que nunca paraban quietos, permanecer inmóviles y reflexivos durante una hora y media ante el Santísimo.

Después de la primera comunión

La fe da felicidad

Los padres escuchamos la preocupaciones de nuestros hijos, los consolamos, apoyamos y aconsejamos, pero no siempre podremos estar ahí. Algún día inevitablemente faltaremos, pero Dios siempre estará con ellos. Por eso es importante que la primera comunión no sea también la última, sino solo el principio de su acercamiento al Señor. Que sigan conservando en su ser la fe que les llevará por el camino recto y hará felices a ellos y a quienes les rodean. Para ayudar a los padres en esa decisiva tarea están las parroquias, con su sacerdote, catequistas, misas, vigilias de oración, grupos y comunidades. Una fe auténtica es el mejor regalo de primera comunión que puede recibir un niño.[wpedon id=»398″ align=»left»]

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¿Cuantas personas trabajan en una parroquia?

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Para que una parroquia funcione de forma correcta, aparte del párroco,  se necesitan voluntarios que se ocupen de numerosas tareas, y es mucho lo que hay que hacer. Estos son algunos de los mas relevantes:

Sacristanes

El sacristán es la persona encargada de ayudar al sacerdote en las labores de cuidado y limpieza de la iglesia,  la sacristía y los objetos sagrados que contienen. Se encarga además de preparar todo lo necesario para la celebración de la misa (encender luces, preparar formas, rellenar de agua bendita las pilas, e.t.c….). Suele ser también quien se ocupa de abrir y cerrar las puertas.

Personal de limpieza

Las iglesias, por sus dimensiones y la cantidad de gente que acogen necesitan limpiarse con frecuencia. Para ello hacen falta varias personas con el fin de que la tarea no se haga pesada y puedan mover los bancos de forma segura. Los manteles del Altar, los purificadores (paños con los que se limpia el cáliz), el corporal (paño cuadrado donde se colocan el cáliz y la patena durante la misa), y otros tejidos también necesitan lavarse y plancharse con sumo cuidado.

Ministros de la Comunión

Los ministros extraordinarios de la comunión son acólitos o fieles que colaboran con el sacerdote en el momento de dar la comunión a los fieles. Se necesita preparación previa y autorización expresa. Su ayuda es necesaria cuando existe mucha afluencia de fieles.

Lectores

La primera lectura, el salmo y la segunda lectura son leídas desde el ambón a los fieles por personas distintas al sacerdote. Deberán leer con fluidez y vocalizar correctamente para que las lecturas sean escuchadas perfectamente por la asamblea. Además deben conocer los tiempos litúrgicos, vestir con decoro y su vida pública ser acorde con los diez mandamientos. Leer en misa es un honor, no un derecho.

Recolectores

Encargados de recoger la colecta durante la misa, mediante cestillos o bolsas de tela. Antes de recogerla saludarán al altar y al finalizar depositarán la colecta a sus pies.

Coros o cantantes

Acompañan la celebración de la misa con sus cantos dando más realce al momento. Deben interpretar el canto apropiado a cada rito concreto. Cantar en misa es orar cantando, por tanto deberán hacerlo con el mayor interés.

Catequistas

Es de vital importancia la presencia de catequistas correctamente formados para impartir las enseñanzas. Su labor es necesaria en muchos ámbitos de la parroquia: Catequesis de 1ª comunión, confirmación, prematrimoniales, grupos o comunidades. De su desempeño depende en gran medida el crecimiento de una parroquia.

Consejo de pastoral

Es un órgano consultivo donde están representadas las principales entidades de la parroquia, mediante una persona delegada de cada una. Habría un representante de sacristanes, de cada coro, de catequistas, de grupos o comunidades, etc….. también secretario y ecónomo. Su presidente es el párroco y es quien tiene la última palabra en las decisiones.

Ecónomo

Es el contable de la parroquia. Se ocupa de gestionar y contabilizar los ingresos y gastos, y presentar las cuentas anualmente a su diócesis. También se encarga de las declaraciones obligadas con Hacienda tales como los modelos 111, 347 u otros. Los sacerdotes no estudian contabilidad en el seminario. De no existir ecónomo en una parroquia, seria necesario pagar una asesoría para determinadas gestiones.

Y muchos más:

Encargados de flores y  decoración, ayudantes de oficina, camareras de imágenes, electricista, fontanero, carpintero, informático, pintor, fotógrafo, artífices del belén de Navidad,……

Hacen falta muchas manos para ayudar, y lo que ocurre en realidad es que una misma persona se encarga de diferentes tareas.

Hay sacristana-catequista-cantante-planchadora.

Existe carpintero-ministro-sacristán-lector.

Hay catequista-ecónoma-cantante-recolectora.

O también fotógrafa-catequista-informática-florista.

No hay límite, cuanto más escasean los voluntarios, más tareas acumulan algunos colaboradores.

Los talentos al servicio del Señor

En ocasiones, los fieles que únicamente oyen la campana y asisten a misa tienen una idea equivocada de estos colaboradores. Los critican o envidian pensando que mandan más que el cura. Esto es falso, no mandan, sino que sirven.

Sin su servicio la parroquia se vería seriamente perjudicada.

Tengas cinco talentos, dos o uno, Jesucristo te pide que los pongas a su servicio y no los entierres. Pregúntate en qué puedes colaborar y hazlo. No seas el siervo inútil de la parábola.

«Y a ese siervo inútil, echadle a las tinieblas de fuera. Allí será el llanto y el rechinar de dientes». 

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La dirección espiritual

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¿Qué es la dirección espiritual?

Es recibir el consejo directo y especifico para nuestras circunstancias espirituales y personales, mediante una entrevista individual con un sacerdote. También hay personas formadas para este fin como responsables de grupos o comunidades.

¿Quienes deben recibir dirección espiritual?

La dirección espiritual es una herramienta al servicio de todos los creyentes, pero especialmente necesaria en el caso de conversos, cuya fe en ciernes necesita ser dirigida correctamente.

Quienes pretenden crecer en la fe y configurar su vida conforme al evangelio, deben buscar respuestas en personas cuya formación les permita aconsejar de forma adecuada. Estos son los sacerdotes. Ellos por su parte, también la reciben a su vez de otros sacerdotes. Todos necesitamos el buen consejo de alguien en determinadas circunstancias.

¿Cómo empezar?

Lo primero es elegir un director espiritual, un sacerdote que tengamos cerca y solicitarle que queremos recibir su dirección. Esto será un motivo de alegría para él, puesto que encontrar personas realmente interesadas en perfeccionarse es una señal de gracia y esperanza.

Deberemos contarle en una entrevista personal el estado en el que se encuentra nuestra fe, el grado de formación que tenemos, circunstancias personales, nuestras dudas, conflictos, objetivos, siendo radicalmente sinceros, sin miedo a ser juzgados.

Tal y como un enfermo debe contar todos sus síntomas al médico para que éste pueda diagnosticarle y curarle, así debemos hacer nosotros con nuestro director espiritual.

Hay tres pilares básicos en los que fijarse: nuestra relación con Dios, la relación con los demás y la visión de nosotros mismos.

El camino de perfección

Durante sucesivas entrevistas el sacerdote nos irá indicando los pasos a seguir, mediante consejos, lectura de libros, oraciones, catequesis sobre aspectos que desconocíamos.

Notaremos que avanzamos al mismo tiempo que nos percatamos de lo lejos que queda la meta. Porque en el seguimiento de Cristo, cuanto más se madura, más nos damos cuenta de lo verdes que estamos.

La gran Santa y doctora de la Iglesia, Teresa de Jesús, recomendaba fervientemente la dirección espiritual y la recibía, tal y como lo cuenta en su libro «Camino de perfección» (lectura muy recomendable):

«Si quiere o pretende ser contemplativa ha menester para ir muy acertada dejar su voluntad con toda determinación en un confesor que sea tal. Porque esto es ya cosa muy sabida, que aprovechan mas de esta suerte en un año que sin esto en muchos» (SANTA TERESA, Camino de perfección,18,8).

No cuentan los años que llevemos en la viña del Señor, sino el amor e interés que pongamos en trabajar en ella. Por ello deberíamos dejarnos dirigir por el capataz que el Señor ha puesto a nuestro alcance.

 

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La comunión para celiacos sin gluten no es válida

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La comunión para celiacos, sin nada de gluten, no es válida

 La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, por encargo del Santo Papa Francisco recuerda las normas que deben cumplir el pan y el vino usados para celebrar la eucaristía.

El pan:

“El pan que se emplea en el santo Sacrificio de la Eucaristía debe ser ázimo, de sólo trigo y hecho recientemente, para que no haya ningún peligro de que se corrompa. Por consiguiente, no puede constituir la materia válida, para la realización del Sacrificio y del Sacramento eucarístico, el pan elaborado con otras sustancias, aunque sean cereales, ni aquel que lleva mezcla de una sustancia diversa del trigo, en tal cantidad que, según la valoración común, no se puede llamar pan de trigo. Es un abuso grave introducir, en la fabricación del pan para la Eucaristía, otras sustancias como frutas, azúcar o miel. ” (n. 48).

El vino:

“El vino que se utiliza en la celebración del santo Sacrificio eucarístico debe ser natural, del fruto de la vid, puro y sin corromper, sin mezcla de sustancias extrañas. […] Téngase diligente cuidado de que el vino destinado a la Eucaristía se conserve en perfecto estado y no se avinagre. Está totalmente prohibido utilizar un vino del que se tiene duda en cuanto a su carácter genuino o a su procedencia, pues la Iglesia exige certeza sobre las condiciones necesarias para la validez de los sacramentos. No se debe admitir bajo ningún pretexto otras bebidas de cualquier género, que no constituyen una materia válida” (n. 50).

Las hostias sin nada de gluten no son válidas

«Las hostias sin nada de gluten son materia inválida para la Eucaristía. Son materia válida las hostias con la mínima cantidad de gluten necesaria para obtener la panificación sin añadir sustancias extrañas ni recurrir a procedimientos que desnaturalicen el pan” (A. 1-2).

El mosto es válido para la Eucaristía

“Es materia válida para la Eucaristía el mosto, esto es, el zumo de uva fresco o conservado, cuya fermentación haya sido suspendida por medio de procedimientos que no alteren su naturaleza (por ejemplo el congelamiento)” (A. 3).

VER DOCUMENTO COMPLETO DE 2017

Alternativa para celiacos totalmente intolerantes

Para personas celiacas que no toleren ni esa mínima cantidad de gluten que deberían contener las hostias, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos estableció en febrero de 2003 una solución alternativa acerca de la comunión para celiacos.

Tomarían la comunión solo bajo la especie del vino. En el caso de los niños, podría usarse mosto.

En cualquiera de estos casos, la administración del sacramento de la eucaristía a personas con intolerancias debe hacerse discretamente, para que no suponga un agravio.

El interesado o sus padres, en el caso de los niños, deben comunicar al sacerdote esta circunstancia, y él debe tener especial cuidado en dar la comunión adecuada a cada caso sin llamar la atención del resto de asistentes.

VER DOCUMENTO COMPLETO DE 2003

La enfermedad celiaca afecta actualmente a 1 de cada 200 personas. No es nada extraño, por tanto, administrar la comunión de forma específica a quienes la padecen.

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Relaciones sexuales según San Juan Pablo II

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¿Qué visión tiene la Iglesia sobre el sexo dentro del matrimonio católico?

Mucha gente tiene la creencia de que la Iglesia Católica ve el sexo como algo sucio y pecaminoso dentro del matrimonio. Un aspecto vergonzante que debe vivirse sin placer, como mero trámite para la procreación.

Esto es radicalmente falso. La unión de los esposos debe realizarse a todos los niveles, espiritual, intelectual, material y físico. Su entrega, su donación, debe ser total a la otra persona, de tal forma que se conviertan en una sola carne y ya no sean individuos independientes, sino que busquen ambos el bien del otro y el bien común.

El ideal del matrimonio católico es que ambos cónyuges se donen y se reciban por igual, sin que la dignidad de uno prevalezca sobre el otro, en total sintonía. Los esposos unidos así, serían imagen y semejanza del amor divino de la Trinidad.

Tan importante es el sexo para la Iglesia, que su ausencia o las conductas vejatorias hacia el cónyuge son causa de nulidad matrimonial.

San Juan Pablo II y su libro «Amor y responsabilidad»

El libro «Amor y responsabilidad» fue escrito por San Juan Pablo II en 1960, cuando todavía era obispo auxiliar de Cracovia, 18 años después sería elegido Papa. Es un ensayo sobre el amor humano y la sexualidad en todas sus dimensiones. Una lectura muy recomendable.

Ensayo de Karol Wojtyla

Extractos del libro de Monseñor Karol Wojtyla acerca de las relaciones sexuales:

«Los sexólogos constatan que la curva de excitación de la mujer es diferente a la del hombre, sube y baja con mayor lentitud. En el aspecto anatómico, la excitación de la mujer se produce de una manera análoga a la del hombre. Con todo, su organismo está dotado de muchas zonas erógenas, lo cual la compensa en parte de que se excite más lentamente. El hombre ha de tener en cuenta esta diferencia de reacciones»

«Existe un ritmo de la naturaleza que los cónyuges han de encontrar para llegar al mismo tiempo al punto culminante de excitación sexual. Cuando la mujer no encuentra la satisfacción natural ligada al punto culminante (orgasmus), es de temer que no sienta plenamente el acto conyugal, que no embarque en él su personalidad entera, lo cual la deja expuesta a neurosis y trae consigo una frigidez sexual que resulta a veces de un complejo o de una falta de entrega total de la que ella es la responsable. Pero otras, es consecuencia del egoísmo del hombre».

«La mujer empieza entonces a rehuir las relaciones sexuales»

Monseñor Wojtyla resaltaba en estos párrafos la importancia del orgasmo femenino y el deber de los maridos de asegurarse de que sus esposas lo alcanzan «por cualquier medio necesario» , es decir, que no falten los preliminares y caricias imprescindibles para llevarlas hasta ese punto. Para lograrlo es de especial importancia el clítoris, un órgano femenino cuya única función conocida es la de proporcionar placer.

«Tampoco basta la bondad de la mujer que finge el orgasmo para no humillar al orgullo masculino. Todo lo cual conduce a la degradación del matrimonio».

¿Como sabe un cura todo eso?

Muy fácil, por el sacramento de la confesión y la dirección espiritual. Los sacerdotes además, reciben formación de biología, antropología, psicología, moral sexual y matrimonial. En el caso concreto de San Juan Pablo II, para escribir este ensayo se valió también de las entrevistas realizadas a un gran número de jóvenes en la Universidad de Cracovia y en sus grupos pastorales.

Las mujeres suelen contar al sacerdote sus problemas conyugales, incluyendo lo relativo al sexo. Ellas se sienten seguras en el secreto de confesión y desahogan sus penas como no se atreverían a hacerlo con nadie más. Se sienten escuchadas, comprendidas y confiadas. Reciben palabras de aliento y consuelo, así como la recomendación de valorarse como personas y no como meros objetos.

Sería lógico que las mujeres tratasen estos problemas directamente con el interesado, su marido. Pero los maridos, en general, no están dispuestos a escuchar con la paciencia que lo hace un sacerdote. Y además, las mujeres evitan herir su hombría diciéndoles abiertamente que no son el mejor amante del mundo, en muchos casos, ni raspan el aprobado.

Las consecuencias:

La consecuencia de la torpeza o falta de interés de los maridos y el silencio de las mujeres, es el distanciamiento de la pareja. La mujer comienza a inventar recurrentes dolores de cabeza con el fin de evitar un encuentro en el que su pareja disfruta y ella se siente usada. En las ocasiones en que la mujer accede a tener relaciones, lo hace con prisas para terminar cuanto antes, fingiendo un placer que no siente.

Muchos hombres se quejan de escasas relaciones sexuales con su mujer. Mientra que a su mujer se le antojan demasiadas. Por ello, es necesario que ambos cónyuges reinventen su forma de relacionarse entre sí, potenciando el verdadero amor por el otro. Ello contribuirá a mejorar la convivencia en todos los ámbitos.

Para ayudarles en esta tarea existen centros de orientación familiar de la Iglesia en muchas diócesis. Pueden informarse del más cercano y acudir. Aquí mostramos los enlaces con algunos de ellos. Lectura de libros como «Amor y responsabilidad» también ayudará, siempre que sea leído por ambos.

Ver centro de orientación familiar Getafe

Ver centro de orientación familiar Zaragoza

Ver centro de orientación familiar Orihuela

Ver centro de orientación familiar Coria (Cáceres)

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El rito de la Paz de forma correcta (Según la nueva edición del Misal Romano)

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Significado del rito de la paz

En la  liturgia romana el rito de la paz antes de la Comunión, tiene un significado teológico propio. Este gesto escenifica la paz, la comunión y la caridad. Por una parte,  la Iglesia implora paz y unidad para sí misma y para la humanidad. Por otra parte, los fieles expresan la comunión y la caridad entre ellos.

Forma correcta de dar la paz

Con el fin de no romper el clima de recogimiento de la misa y entorpecer los ritos posteriores, la paz debe darse con sobriedad a quienes tenemos más cerca. (Una pista: derecha, izquierda, delante, detrás). Se trata de un rito breve, que no debe acompañarse de un canto, porque lo alarga innecesariamente y además no existe canto de la paz en el rito romano.

(Véase nº 82 de la Instrucción General del Misal Romano) Ver más pinchando en este enlace 

Ver más sobre el tema

Incluso el oficiante puede suprimir la paz si considera que, por las características de la celebración o los asistentes, el rito puede convertirse en un tumulto.

Conductas a evitar

Lo que voy a explicar a continuación podría parecer un chiste, pero no lo es. Raro es el domingo que no contemplo alguno de estos excesos durante la paz. Incluso hay domingos que los contemplo todos juntos, esto depende de la formación y saber estar en la iglesia de los feligreses del día.

  • No es conveniente estirar el cuerpo con el fin de alcanzar el otro extremo del banco, ni dos bancos más atrás, a modo de gimnasta haciendo la plancha. Es peligroso, he visto gente besar el suelo en lugar de a su sobrina.
  • No procede recorrer el pasillo de la iglesia a toda velocidad para darle la paz a tu abuela, por mucho que la quieras. Esto mismo lo hacen veinte niños más como tú y momentáneamente aquello parece el patio del colegio. También es peligroso:  tropiezos, pisotones, cabezazos y empujones. Si a alguien le pisan un juanete en este trasiego, pierde toda la paz que le hubiesen dado.
  • El rito de la paz tiene su momento, cuando se acaba, se acaba. No es adecuado que mientras el sacerdote parte el Pan y se canta el Cordero de Dios, los feligreses continúen a lo suyo, hasta que no quede un primo segundo, ni una tía abuela sin el correspondiente beso de los familiares más efusivos.

Esto es el equivalente a que, una vez terminado el Padrenuestro, una porción de asistentes rezagados, mientras el sacerdote proclama: «Líbranos de todos los males, Señor y concédenos…..«, ellos dijesen en voz alta: «…..como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden…». Eso daría vergüenza, por eso nadie lo hace. Pues igual de feo queda dar la paz durante el Cordero. Aquí el peligro reside en la ofensa a Dios y el ridículo por ignorancia o chabacanería.

"Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo......"
En el momento de la fracción del Pan, el rito de la Paz ya ha concluído.

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El sacrilegio más común: Comulgar habiendo faltado a Misa en Domingo

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¿Qué es un sacrilegio?

Es una falta de respeto por algo sagrado.

Puede ser «sacrilegio personal» si se insulta a un sacerdote o su trabajo. «Sacrilegio local» si se profanan lugares sagrados como altares, iglesias o cementerios. En este caso, hablaremos del «sacrilegio real», cuando se profanan cosas sagradas, como reliquias, sacramentos, evangelios, cruces, imágenes y especialmente la Hostia.

¿Cuando cometemos sacrilegio al comulgar?

Cometemos sacrilegio al comulgar cuando lo hacemos sin estar en estado de gracia, es decir, limpios de pecados mortales. Mediante el sacramento de la confesión, debidamente hecha ante un sacerdote, volvemos a estar preparados para recibir la Eucaristía como es debido.

Indudablemente, si no hemos confesado los pecados graves, la mejor opción es no comulgar hasta que lo hayamos hecho.

¿Qué ocurre si faltamos a Misa en Domingo o Fiesta de Precepto?

Si faltamos a misa en domingo o fiesta de precepto y tampoco asistimos la tarde del día anterior, la víspera, estamos cometiendo pecado mortal, a no ser que hayamos faltado por causa justificada, como es una enfermedad u obligación inaplazable. Así lo explica el artículo 2181 del Catecismo de la Iglesia Católica.

Artículo 2181

En consecuencia…..

No debemos recibir la comunión la próxima vez que asistamos a misa, si no hemos confesado previamente, porque estaríamos cometiendo sacrilegio.

¿Por qué tantos creyentes cometen este error?

En la gran mayoría de los casos es por desconocimiento. El motivo de este artículo es informar a los creyentes para que puedan obrar de forma correcta.

No se comete una falta por asistir a misa y no comulgar, la falta es hacerlo sin estar en condiciones, como ocurriría con cualquier otro pecado grave.

Precisamente en el periodo vacacional, es habitual que el cambio de hábitos o de lugar de residencia nos distraiga de asistir a misa. Lo mismo ocurre con las personas que van a la iglesia de forma esporádica y sin embargo, cuando van, toman la comunión.

Lo que debemos hacer para remediar esta falta es confesar antes de volver a recibir la eucaristía, aunque lo ideal sería que no faltásemos a nuestra cita con el Señor.

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