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¿Cuantas personas trabajan en una parroquia?

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Para que una parroquia funcione de forma correcta, aparte del párroco,  se necesitan voluntarios que se ocupen de numerosas tareas, y es mucho lo que hay que hacer. Estos son algunos de los mas relevantes:

Sacristanes

El sacristán es la persona encargada de ayudar al sacerdote en las labores de cuidado y limpieza de la iglesia,  la sacristía y los objetos sagrados que contienen. Se encarga además de preparar todo lo necesario para la celebración de la misa (encender luces, preparar formas, rellenar de agua bendita las pilas, e.t.c….). Suele ser también quien se ocupa de abrir y cerrar las puertas.

Personal de limpieza

Las iglesias, por sus dimensiones y la cantidad de gente que acogen necesitan limpiarse con frecuencia. Para ello hacen falta varias personas con el fin de que la tarea no se haga pesada y puedan mover los bancos de forma segura. Los manteles del Altar, los purificadores (paños con los que se limpia el cáliz), el corporal (paño cuadrado donde se colocan el cáliz y la patena durante la misa), y otros tejidos también necesitan lavarse y plancharse con sumo cuidado.

Ministros de la Comunión

Los ministros extraordinarios de la comunión son acólitos o fieles que colaboran con el sacerdote en el momento de dar la comunión a los fieles. Se necesita preparación previa y autorización expresa. Su ayuda es necesaria cuando existe mucha afluencia de fieles.

Lectores

La primera lectura, el salmo y la segunda lectura son leídas desde el ambón a los fieles por personas distintas al sacerdote. Deberán leer con fluidez y vocalizar correctamente para que las lecturas sean escuchadas perfectamente por la asamblea. Además deben conocer los tiempos litúrgicos, vestir con decoro y su vida pública ser acorde con los diez mandamientos. Leer en misa es un honor, no un derecho.

Recolectores

Encargados de recoger la colecta durante la misa, mediante cestillos o bolsas de tela. Antes de recogerla saludarán al altar y al finalizar depositarán la colecta a sus pies.

Coros o cantantes

Acompañan la celebración de la misa con sus cantos dando más realce al momento. Deben interpretar el canto apropiado a cada rito concreto. Cantar en misa es orar cantando, por tanto deberán hacerlo con el mayor interés.

Catequistas

Es de vital importancia la presencia de catequistas correctamente formados para impartir las enseñanzas. Su labor es necesaria en muchos ámbitos de la parroquia: Catequesis de 1ª comunión, confirmación, prematrimoniales, grupos o comunidades. De su desempeño depende en gran medida el crecimiento de una parroquia.

Consejo de pastoral

Es un órgano consultivo donde están representadas las principales entidades de la parroquia, mediante una persona delegada de cada una. Habría un representante de sacristanes, de cada coro, de catequistas, de grupos o comunidades, etc….. también secretario y ecónomo. Su presidente es el párroco y es quien tiene la última palabra en las decisiones.

Ecónomo

Es el contable de la parroquia. Se ocupa de gestionar y contabilizar los ingresos y gastos, y presentar las cuentas anualmente a su diócesis. También se encarga de las declaraciones obligadas con Hacienda tales como los modelos 111, 347 u otros. Los sacerdotes no estudian contabilidad en el seminario. De no existir ecónomo en una parroquia, seria necesario pagar una asesoría para determinadas gestiones.

Y muchos más:

Encargados de flores y  decoración, ayudantes de oficina, camareras de imágenes, electricista, fontanero, carpintero, informático, pintor, fotógrafo, artífices del belén de Navidad,……

Hacen falta muchas manos para ayudar, y lo que ocurre en realidad es que una misma persona se encarga de diferentes tareas.

Hay sacristana-catequista-cantante-planchadora.

Existe carpintero-ministro-sacristán-lector.

Hay catequista-ecónoma-cantante-recolectora.

O también fotógrafa-catequista-informática-florista.

No hay límite, cuanto más escasean los voluntarios, más tareas acumulan algunos colaboradores.

Los talentos al servicio del Señor

En ocasiones, los fieles que únicamente oyen la campana y asisten a misa tienen una idea equivocada de estos colaboradores. Los critican o envidian pensando que mandan más que el cura. Esto es falso, no mandan, sino que sirven.

Sin su servicio la parroquia se vería seriamente perjudicada.

Tengas cinco talentos, dos o uno, Jesucristo te pide que los pongas a su servicio y no los entierres. Pregúntate en qué puedes colaborar y hazlo. No seas el siervo inútil de la parábola.

«Y a ese siervo inútil, echadle a las tinieblas de fuera. Allí será el llanto y el rechinar de dientes». 

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